El secreto de estos pollos es su alimentación

Su dieta está basada en granos naturales

Todos los cortes que ofrece Distribuidora Magdalena han sido procesados con un congelamiento rápido, gracias a la cual la carne no alcanza a deshidratarse, conservando su rico sabor.  

Fecha de publicación

2016-07-04

Escrito por


Makarena Zapata R. 


Trutro corto, largo, filete de pechuga, pollo deshuesado y pollo entero. Esos son algunas de las variedades que trabaja la Distribuidora Magdalena, negocio a cargo de Juan Carlos Blanco, un microempresario que se dedicaba a la caza de perdices y faisanes y que luego vislumbró la oportunidad de hacer negocios con la crianza y venta de pollos con valor agregado.
"Todo comenzó al ver una necesidad por la venta de distintos tipos de aves, pero de crianza al natural. Partí en una parcela de Rapel con codornices, patos y perdices, pero luego una gran cadena de supermercados me pidió si podía venderles pollos orgánicos, es decir, animales que fuesen criados sólo con granos naturales. Aunque hace diez años nadie tenía muy claro lo que significaba el ser orgánico, certificamos todos nuestros procesos de producción y alimentación ante el Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos (INTA)", cuenta.
Luego de crecer exponencialmente en ventas y de posicionar el concepto de pollos naturales en el mercado, comenzaron las llamadas de distintas familias, restaurantes e incluso clínicas que buscaban conseguir el mismo producto a un precio mucho más conveniente de lo que se podía encontrar en los supermercados. Esos fueron los primeros pasos de Distribuidora Magdalena (http://www.distribuidoramagdalena.cl), que se dedica a la venta online de pollos enteros y trozados.
"Nos salimos de los supermercados y actualmente atendemos a más de ocho mil familias y más de 15 restaurantes que buscan volver a degustar el sabor del pollo de antaño, que hoy prácticamente no se conoce, debido a la alimentación y los distintos procesos que tienen los pollos que comercializan las grandes marcas del mercado. Por eso contamos con clientes como los restaurantes la Hacienda Gaucha, Liguria, Happening y el Cuerovaca, entre otros", remata.
-¿Les ha costado dar a conocer el concepto de pollos naturales?
-Al principio fue todo un desafío porque nadie miraba mucho las etiquetas o se preocupaba por los niveles de sodio en los alimentos, pero yo diría que hace unos cinco años que la gente está preguntando e informándose mucho más. Y esa es justamente la oportunidad que hemos aprovechado para seguir dando a conocer nuestros los pollos de nuestra granja, que ahora está radicada en Argentina por un tema de costos y la calidad de los insumos para alimentar a los animales. Todos los cortes vienen debidamente envasados y procesados por un congelamiento rápido o tipo IQF.
-¿Qué significa eso?
-Significa que el golpe de frío fue tan rápido que el pollo no alcanzó a deshidratarse y por ello, conservará su sabor y se descongelará de forma mucho más rápida que un pollo común y corriente. Cabe destacar que al ser pollos criados de forma natural y a la vieja usanza los precios también difieren de la oferta regular.
Sobre este punto, Juan Carlos Blanco agrega que un pollo de aproximadamente 1,8 kilos puede costar $6.200. "Ahora, con el afán de seguir incentivando el consumo de este tipo de productos tenemos distintas ofertas y tipos de membresías para que nuestros clientes puedan obtener aún mejores precios. Los pedidos se deben hacer a través de la web, sin pedido mínimo de ni costos de despacho para el canal Horeca.



"La gente aprecia mucho comer un pollo con el mismo sabor de antaño"







Un método distinto de crianza


Según Juan Carlos Blanco, el buen sabor y calidad de sus pollos radica principalmente en la alimentación que reciben sus animales. "Nuestros pollos son tipo broiler y ellos sólo se alimentan con una dieta en base a maíz, soya, vitaminas y minerales. Esto, es algo inaudito si realizamos la comparación con los pollos de la industria cuya alimentación recae principalmente en la famosa harina de pescado, un insumo que no tendrían por qué comer si estuvieran libres".
Otra de las diferencias que recalca este microempresario es que los pollos de su distribuidora no tienen ningún tipo de marinado, tratamiento en forma de inyección que ayuda al pollo a ganar peso y hacerlo más duradero en el tiempo. "Además, nuestros animales viven en jaulas de muy baja densidad por lo que prácticamente cumplen con el estado del free range o de la granja libre donde, una vez procesados, se excluye cualquier tipo de añadido químico con el fin de preservar el sabor único que buscan nuestros clientes. Es que, a pesar de su diferencia de precio, la gente efectivamente está dispuesta a pagar más por un producto de mejor calidad". "Tenemos una serie de ofertas para nuestros clientes", explica Juan Carlos Blanco.

"Tenemos una serie de ofertas para nuestros clientes", explica Juan Carlos Blanco.

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