Sea moderno y échele flores a su mejor comida

Borraja, Lavanda, Capuchina y Flor de Zucchini al plato

Dueños de De Nuestra Tierra importaron la idea desde Barcelona.  

Melissa Forno M. 

Las flores ya no sólo sirven para decorar la casa, el jardín o para sorprender a una persona especial, ahora también pueden ser buenas aliadas en la cocina. Por ejemplo, en sopas, ensaladas, tortillas, pastas y repostería. Se trata de las rosas, caléndulas y pensamientos que cultiva la empresa De Nuestra Tierra en Lampa, sin ningún tipo de agroquímicos, controlando las plagas de forma natural.
Según cuenta su dueño, Diego Adrián Matas, "el proceso comienza cuando la planta bebé se cultiva en bandejas para que crezca con cuidados especiales; luego se va al campo en condiciones de invernadero, sombraderos o a campos abiertos y ahí las cosechamos para finalmente embalar las que se venderán frescas y deshidratar las secas". Explica que para las comidas es mejor utilizar estas últimas y que "pensamos en estos dos formatos para contar con ellas durante el año, ya que las rosas normalmente crecen en otoño y en invierno".
Agrega que las caléndulas pueden servir para dar un toque especial a sopas, pastas, fritos, tortillas o, para todas las preparaciones, como si fuera sal por su sabor más amargo y picante; las rosas en la repostería y los pensamientos para decorar las ensaladas.
Pese a que son apetecidas en el rubro gastronómico, banquetero y por los feriantes, también la compran laboratorios cosméticos las compran para realizar productos de belleza.
Es posible conseguirlas en supermercados a $1.200 los 60 gramos en formato fresco o seco.
El ingeniero agrónomo explica que la primera vez que conocieron las flores comestibles junto a esposa, María Fernanda Caloiro, con quien emprendió el proyecto, fue en el mercado de La Boquería en Barcelona, tras un viaje que realizaron pensando en desarrollar productos agrícolas no masivos. Probaron varios tipos diferentes además de las mencionadas, entre ellos, Borraja, Lavanda, Capuchina y Flor de Zucchini, pero las que terminaron teniendo más éxito fueron las que actualmente venden.
También, De Nuestra Tierra produce productos nativos como papas y ajo de Chiloé; papa topinambur, jengibre, ají cacho de cabra y ají páprika; productos listos para comer, como cebolla perla y palitos de zanahorias; ensaladas preparadas de lechuga, rúcula y espinaca en formato de medio kilo; y hojas tiernas de lechuga baby, hinojo baby, betarraga y espinaca.
También están trabajando en un proyecto de turismo agrícola, enseñando en terreno el proceso de producción de las flores y las verduras que cultivan en Lampa.
De Nuestra Tierra trabaja con alrededor de 8 personas y actualmente buscan obtener la certificación sustentable con Rainforest Alliance que se apoya en tres pilares: protección ambiental, equidad social y viabilidad económica.

En la producción no participan los químicos.

Cada bandeja cuesta 1.200 pesos.

Matas es ingeniero agrónomo.