Cambiaron la publicidad por un exitoso negocio de comida árabe
Juan Pablo Gaete y Andrés Lathrop unieron fuerzas para emprender
Se hicieron amigos en la universidad, pero no fue hasta que Gaete se fue a estudiar a España que dieron con los shawarma como idea para poder independizarse.
Fecha de publicación
2016-04-18
Escrito por
Makarena Zapata R.
"Con Andrés Lathrop nos hicimos amigos en la universidad. Allí hacíamos grupos para los trabajos e incluso unimos fuerzas para hacer el proyecto de tesis juntos y así titularnos como publicistas. Salimos el 2007 de la carrera y mientras Andrés se quedó acá, yo partí a España a trabajar y a estudiar. Estuve casi cuatro afuera en donde además de conocer otras ciudades también conocí un nuevo concepto de comida rápida y saludable que, en general, estaba súper poco explotado en Chile".
Con esas palabras Juan Pablo Gaete da primeras luces sobre dos hechos: cómo conoció a uno de sus mejores amigos hasta el día de hoy y cómo llegó a degustar los shawarma. Son una especie de tortilla árabe rellena de carne de pollo o vacuno además de distintas verduras.
"Estaban los McDonald's, los Burguer King y los Doner Kebab, que eran como unos locales de comida rápida de shawarma. En fin, la cosa fue que quedé encantando con esos platillos y toda la gastronomía árabe hasta que regresé a Chile. Me volví a reencontrar con Andrés y entre conversación y conversación siempre habíamos tenido las ganas de tener un negocio propio, pero en cuanto pensábamos la idea, nos dábamos cuenta que estaba lleno de locales de sushi, pizza y comida china", agrega.
Con la idea de emprender aún en mente tanto Juan Pablo como Andrés empezaron a ver en los shawarma una buena oportunidad para hacer negocios. Aprendieron más sobre el concepto culinario, sus recetas y hasta cotizaron todas las máquinas que necesitaban para preparar y asar la carne, que debe ensartarse en un fierro para su cocción. Y entre ahorros y préstamos de amigos y familiares, estos dos emprendedores lograron juntar el capital para poder dar los primeros pasos de su local Santiago Shawarma.
"Abrimos un sábado tras siete u ocho meses de reparaciones en el local que en un principio estaba hecho un desastre. Tuvimos que hacerlo prácticamente de nuevo, pero en cuanto pudimos inaugurar, todos nuestros amigos y familiares vinieron a vernos para terminar siendo nuestros primeros clientes porque aprendimos a puro ensayo y error. Hemos evolucionado montones porque los shawarma que vendemos ahora no tienen nada de los que partimos vendiendo", remata Gaete.
-¿Les costó darse a conocer?
-Yo creo que nuestro gran aliado fue el boca a boca y el sector en donde estamos (Manuel Mont #0152) porque hay hartas oficinas y tráfico de todo tipo de personas. Al principio lo hacíamos todo solos y fue súper complicado por el tema de la familia. Los dos habíamos sido papás hace poco y tuvimos que dejar eso de lado para poder estar en el negocio de lunes a sábado. Pero como todo esfuerzo tiene su recompensa, con el paso de los meses fuimos viendo que se nos estaban repitiendo los clientes y eso no podía significar otra cosa de que estábamos yendo por buen camino.
Lathrop y Gaete reconocen que el boca a boca fue un gran aliado.