Creó un negocio que marcha sobre ruedas
Cristián Picó construyó un carro donde vende limonadas menta-jengibre
Su experiencia de 12 años como barman es una de las grandes ventajas de este emprendimiento.
Fecha de publicación
2016-01-11
Escrito por
Makarena Zapata R.
"Durante los doce años que trabajé como barman tuve horarios realmente agotadores. Entraba como a las seis de la tarde y salía entre cinco y seis de la mañana. Eso era de lunes a lunes. No tenía fines de semana libre y, la verdad, es que ya no podía seguir llevando ese ritmo de vida así que renuncié. Después de eso, me di una semana sabática para descansar y ante la opción de buscar pega o independizarme, decidí jugármela por emprender". Así describe Cristián Picó el proceso que vivió para pasar de de trabajador asalariado a un emprendedor de tomo y lomo.
Solamente necesitó una noche de buen sueño para dar con la idea que andaba buscando. Y, acto seguido, corrió a buscar un carrito de feria para adaptarlo a su pinta. Le puso una pequeña barra encima, echó todos los ingredientes y adminículos que iba a utilizar y se fue caminando con su carro hasta llegar a Plaza Italia. Allí puso un pequeño cartel y partió con la venta de limonadas menta-jengibre.
"Todo hizo click cuando eché mano a mi experiencia como barman ya que el preparar y ofrecer esta bebida siempre dejaba contento a mis clientes. Yo me lancé con el negocio el verano pasado, aprovechando las altas temperaturas y también la tendencia que vemos hoy por alimentarse de forma más saludable me lancé. Al principio, la gente me miraba un poco extrañada y con algo de desconfianza, pero poco a poco comenzó a acercarse. Era cosa de que probaran un sorbo de mis limonadas para que quedaran encantados, porque yo las preparo al minuto y uso agua embotellada, limón natural, hielo, menta y jengibre", cuenta.
Tras cuatro meses vendiendo limonadas en su carrito enchulado, Cristián Picó juntó algo de plata y dio el siguiente paso. Asesorado por su papá, cortó un marco de una bicicleta y a pulso se construyó una mejor herramienta para continuar con su emprendimiento. "Me demoré como tres semanas en dejarlo listo. Es como un pequeño triciclo, que manejo de lunes a viernes desde mi departamento en Santiago Centro hasta Plaza Italia, donde trabajo desde las tres hasta las ocho de la tarde. Es mega funcional para mi pega porque tiene una pequeña barra y distintos espacios donde pongo cada uno de los ingredientes. Incluso, llevo un pequeño parlante para poner mi música y darle más vida al negocio".
-¿Y qué tal han sido los resultados?
-Súper buenos. Estoy full dedicado a esto y hasta le di una vuelta al concepto de la limonada para enfrentar la época de bajas temperaturas, cuando lo que hago es vender limonadas calientes. Ahora, en pleno verano, puedo llegar a vender 120 vasos diarios gracias a que estoy en un sector donde se junta un montón de públicos distintos. Hay estudiantes, extranjeros, turistas y harto transeúnte que sale a pasear o a hacer trámites y que en cuanto divisan mi carrito, se acercan a curiosear de qué se trata. Yo los atiendo feliz, les converso y siempre me dan las gracias por lo rico de las limonadas. Son como adictivas.
-¿Tienes planes de hacer crecer el negocio, tal vez con más carritos?
-No sé si me gustaría tener más carritos porque al masificar una idea a veces se pierde la esencia. Sí estoy viendo cómo potenciar el tema de los eventos y de las ferias, en donde me va súper bien. Pero más allá de los negocios y de la plata lo que más contento me pone es ver cómo la gente aprecia lo que uno prepara. Como que se da cuenta que las limonadas son hechas con cariño y que lo que ofrezco no es nada más que un brebaje rico y natural. Gracias a eso ya tengo varios clientes frecuentes y hasta amigos nuevos. Si me quieren contratar para eventos, pueden llamar al 8-8346394.
Picó dice que se preocupa mucho de la elección de sus ingredientes.
En un buen día, en este carrito se venden 120 vasos de limonada.