Supo sacar los mejores frutos del mar

Jorge Espinoza ha levantado un exitoso negocio, que está presente en cuatro mercados del sector oriente

Comenzó a trabajar siendo solo un niño, a los 10 años, como junior en una empresa de pescados y mariscos. Ahí conoció el rubro que lo ha acompañado por más de 50 años.  

Makarena Zapata R. 

"Desde los 10 años que trabajo. Era solo, andaba a pie pelado y pasé hartas penurias hasta que encontré trabajo como junior en una empresa de pescados y mariscos que atendía al sector oriente de la Santiago. A los 16 años me independicé gracias a que siempre fui súper responsable y bueno para ahorrar. Es más, nunca tomé, fumé ni nada de eso".
Así cuenta Jorge Espinoza cómo fue que a pulso logró dar el primer paso de otros tantos que le esperaban en su larga trayectoria como microempresario. Tras independizarse, invirtió todo lo que tenía en un pequeño vehículo para transportar pescados y mariscos desde el Terminal Lo Espejo hacia su propio negocio.
"No quise cambiar de rubro porque lo conocía de memoria e incluso, ya manejaba algunos clientes de mis antiguos patrones a los que partí llevándoles mercadería. En aquel entonces y hasta el día de hoy, que tengo 70 años, me sigo levantando a las tres de la mañana para ir al terminal -aunque sea para tomarme una taza de café- porque allá siempre pillo novedades".
A tanto llegó el esfuerzo de Espinoza que su negocio, Don Jorge Pescados (http://www.donjorgepescados.cl) llegó a tener diez camiones y a estar presente con sus pescados y mariscos en cuatro mercados del sector oriente. Tal como dice, los frutos que hoy cosecha son el resultado de años sin sábados, domingos, ni festivos libres. "Me tuve que sacar la mugre durante mucho tiempo para disfrutar de las comodidad que hoy tengo porque sí, lo tengo todo. Una familia linda, una esposa maravillosa, autos, casa, etc".
-¿Y qué fue lo más difícil que le ha tocado en su vida como empresario?
-Yo creo que el ser discriminado. A nadie le gusta el rubro por el olor y los desechos y eso hace que a veces te miren por debajo del hombro. Pero más que deprimirme siempre me sentí tranquilo porque estaba trabajando en algo honesto. Hoy, mirando hacia atrás, siento un gran orgullo ya que le puedo dar trabajo a 15 personas. He crecido montones pero siempre me estoy preocupando de regalonear a mis clientes como por ejemplo, entregarles el pescado fileteado y sellado en bandejas y los mariscos limpios y desconchados.
-¿Qué consejo les podría dar a otros emprendedores que están recién partiendo?
-Constancia y perseverancia, eso es lo más importante porque cuando partí un montón de veces me sentí bajo tierra, pero supe salir para seguir trabajando con la frente en alto. Hoy estoy súper consolidado con mi negocio. ¿Qué será de él a futuro? Confío en que alguien será capaz de administrarlo ya que mis hijos tienen su propia vida. Ellos son profesionales y se mueven en otro ambiente. Ahí está el gran desafío que vamos a tener que enfrentar en algunos años.

"Siempre estoy preocupado de regalonear a mis clientes", dice Don Jorge.