Miozotis y Juan Carlos se sacan un 7 en dulzura
Estos dos profes crearon una pastelería
Su negocio está próximo a cumplir un año y, en este tiempo, dicen haber recibido más sonrisas y felicitaciones que en toda su carrera como profesores.
Fecha de publicación
2015-09-07
Escrito por
Makarena Zapata R.
"Mi teleserie venezolana parte más menos así, jajajá. Me vine desde Venezuela a Chile por amor, hace seis años. Allá dejé mi estabilidad y buena situación económica como profesora de lenguaje, a mi familia, mi gente...todo. Acá me casé pero con el andar del tiempo las cosas no salieron como esperaba y me separé. Quedé con una niña recién nacida y completamente sola. En todo caso no me eché a morir y retomé mi profesión en distintos colegios sólo para darme cuenta la pésima situación que les toca vivir día a día a los profesores chilenos".
Así comienza la historia de Miozotis Araujo, una emprendedora que si bien pudo haber regresado a su Venezuela natal apostó por echar raíces en Chile tras ver la compleja situación que atravesaba su país de origen. Gracias a esa decisión pudo un tiempo más tarde conocer en uno de los colegios en donde trabajó a Juan Carlos Sánchez, profesor de física y matemáticas, su actual pareja y socio.
"Incluso juntando nuestros sueldos nos pasaba que llegábamos a fin de mes con números rojos. Le debíamos plata a todo el mundo y a propósito de un problema que tuve con el director del colegio en donde trabajaba, renuncié. Me deprimí harto pero creo que esa fue la circunstancia que necesitaba para volver a ponerme de pie porque sucedió que nos invitaron a un cumpleaños y la dueña de casa estaba aterrada, la torta que había encargado era horrible. Y ahí como que mi puzzle mental volvió a tener sentido".
Entre conversación y conversación surgió la idea de montar un negocio de cupcakes y pasteles con la ventaja de que Sánchez- proveniente de una familia que toda su vida ha trabajado como concesionaria de casinos- sabía perfectamente cómo preparar bizcochos, postres y tortas. Ambos se entusiasmaron con la idea y después de varias pruebas en la cocina con bizcochos y rellenos, armaron una primera presentación para la celebración de Halloween del año pasado. "En vez de dar dulces nosotros regalamos cupcakes rellenos con temáticas de arañas, momias, calabazas y duendes. Nuestros vecinos quedaron encantados y así fue cómo partieron los primeros encargos de la pastelería La Parisina. Fueron hartos errores pero más aún el aprendizaje que fuimos adquiriendo con Juan Carlos. Hoy estamos súper contentos con lo que hacemos porque hemos crecido bastante y además, hemos recibido más sonrisas y felicitaciones que en toda nuestras carreras como profesores", remata.
-¿Y qué productos tiene actualmente la pastelería La Parisina?
-Elaboramos tortas y cupcakes de fondant con o sin relleno. Eso, además de vender pie de limón, leche asada y distintos tipos de postres. Los interesados nos pueden contactar en el Facebook La Parisina Araujo o en el celular 5-0743098. Estamos felices porque gracias a este negocio podemos administrar nuestros tiempos para compartir con la niña, ser independientes y retomar las clases. Es que cuando no estamos cocinando ponemos una pizarra en el living de la casa y hacemos reforzamientos de todas las materias para los niños.
"El negocio nos permite administrar nuestros tiempos", dice la pareja.
Un ejemplo de la "mano" de estos emprendedores.