Pura tentación de temporada: sopas naturales listas y en forma de cubo

Cristina Villamán apuesta a la comida rápida saludable

Partió con la elaboración de pequeños bloques de pulpa congelada para hacer jugos, pero con la llegada del frío tuvo que jugársela con otro producto. Se llaman Zup, y es la última innovación de esta emprendedora.  

Makarena Zapata R. 

"En cuanto terminé mis estudios de ingeniería en alimentos partí a Brasil a cursar un magíster. Fueron lindos momentos porque entre tanto conocí a mi actual esposo, un chileno que dejó su pega en México por irse a vivir conmigo, y juntos conocimos la existencia de los productos funcionales. Es más, en poco tiempo nos hicimos fanáticos del açaí, pero luego de un tiempo tuvimos que tomar una gran decisión: volver a Chile o quedarnos viviendo en Brasil".
Así recuerda Cristina Villamán cuáles fueron las circunstancias que finalmente los enviaron de regreso y que sembraron esas primeras ganas por convertirse en emprendedores junto con su marido, Pedro Pablo Reyes. Sueño que ella postergó indefinidamente cuando aceptó un trabajo en una gran empresa de alimentos, pero que retomó sin saberlo cuando se convirtió en mamá.
"Estaba en el postnatal y de repente sentí unas ganas locas por tomarme un juguito de açaí. Me metí a internet y busqué dónde podían vender esta fruta hasta que pillé un local que la vendía. Fui con mi hija y quedé tan feliz que hasta compré pulpa para seguir haciendo jugo en la casa. Con Pedro, mi esposo, nos entusiasmamos y le fuimos añadiendo frambuesas, moras y arándanos para luego congelar toda la mezcla en cassattas que dividíamos en seis cubitos para porcionarlas y comerlas al desayuno", agrega.
Pero la idea de emprender tomó fuerza cuando vertió esta misma mezcla en un juguete de su hija que tenía la forma de un pequeño bloque. Es más, probó con distintas fórmulas hasta que finalmente llegó a preparar una porción individual que servía a amigos y familiares cada vez que la visitaban. "La cosa fue que me empezaron a comprar estos cubitos mientras yo los vendía en bolsas de diez unidades. Y como tenía varios colegas brasileños los llevé para el trabajo. Me iba súper bien y por primera vez empecé a creer en el potencial que tenía mi negocio. Así partió Frubrik (http://www.frubik.cl)", remata.
-¿Y qué pasó con el trabajo en la empresa de alimentos?
-Tuve que poner mis prioridades en la balanza porque si bien amaba mi pega, los piques y las distancias me estaban pasando la cuenta. Así que renuncié y entre ahorros, créditos y otras platas invertí junto a mi esposo en una pequeña fábrica de alimentos en mi casa. Después de esa variedad de primer jugo creamos otros más y vendimos ene por el boca a boca. Tanto así, que diseñamos un logo y un envase para distribuirles a las tiendas en cajitas de siete unidades. Estaba súper contenta con mi negocio 100% saludable, pero igual me calentaba la cabeza con qué iba a pasar con la venta de los jugos durante el invierno y ahí estuvo: nuevamente volví a la cocina de mi casa y creamos sopas caseras, pero en el mismo formato de los jugos.
-¿Sopas en cubos?
-Claro. Se llaman Zup y ha sido una verdadera innovación en el mercado de las sopas naturales porque para prepararlas, basta meter este bloque de porción individual dentro de una olla o microondas con 120 cc de agua y voilá. Queda lista. Tenemos tres variedades: porotos negros-verduras, zapallo zanahoria-jengibre y vegetales-hojas verdes. Lo mejor fue cuando la gente las empezó a probar y pedírmelas, me sentí casi en la gloria. Fue un logro que nació como una mezcla tanto de mi experiencia en la manipulación de alimentos como de las ganas por sorprender a nuestros clientes con algo rico y preparado con mucho cariño.
-¿Qué es lo que más te gusta de Frubik?
-Emprender es un desafío constante. En mi caso tuve que partir de cero y siendo súper responsable con la administración de los recursos, pero siento que cada paso ha valido la pena, porque hoy estoy haciendo lo que más me gusta y apasiona. Es decir, me las ingenio, busco la forma y voy sacando nuevos productos porque una de las cosas que tengo súper claro, es que el nicho de los alimentos saludables y sin aditivos llegó para quedarse. Mis metas son seguir creciendo y posicionarme como una alternativa de productos entre lo artesanal e industrial para la gente que si bien quiere, no tiene tiempo de cocinar y aún así quiere comer sano.
 

"Siento que cada paso ha valido la pena, porque estoy haciendo lo que más me apasiona"
Cristina Villamán

Cristina califica de "verdadera innovación" su iniciativa.

Las sopas en cubos se meten en agua o microondas.