Julieta quiere conquistar a los chilenos por el estómago
Una brasileña que se atrevió a emprender acá
Su empresa, Pitadela, ha abierto un nicho importante para estos productos en matrimonios, bautizos y eventos privados de empresas.
Fecha de publicación
2015-07-06
Escrito por
Valentina Burgos
"Cuando llegué a Chile, lo que más extrañé de Brasil fueron los crepes. Allá son muy populares, los encuentras en las calles y en las playas, donde hay puestos como los quioscos que los ofrecen calientes y con rellenos salados y dulces. Se me ocurrió un montón de veces traer la idea a Chile desde una perspectiva gourmet, pero no me atrevía porque me sentía segura en lo que estaba haciendo".
Así cuenta Julieta Lima, quien hace veinte años llegó al país desde un pueblo cercano a Porto Alegre, cómo se generó este emprendimiento. Fue acá que conoció a su marido y que llevó a cabo también una serie de actividades antes de dar vida a su sabroso negocio. De hecho, durante años, vendió ropa brasileña en sus dos tiendas ubicadas en Barrio Italia hasta que el mercado fue decayendo, llevándola a pensar que era el momento adecuado para ponerle ruedas a su ansiado proyecto.
"Me costó atreverme porque como era algo nuevo no sabía como le iría. Mi idea siempre fue crear un concepto saludable y gourmet que sirviera para fiestas, matrimonios, bautizos e inclusos para eventos privados. Hace dos años encargué las máquinas a Brasil y me puse a trabajar en el tema de los crepes, ofreciendo mis servicios a conocidos y luego en mi sitio web (http://www.pitadela.cl) al resto de las personas".
-¿Y qué tal han sido sus resultados?
-Buenos. Actualmente tengo al menos dos eventos al mes, que generalmente son los fines de semana. En la semana, en tanto, preparo otro tipo de cosas, como por ejemplo de pastelería, conservas y ensaladas. A eso se suma comida para celiacos.
Para lograr este último menú Julieta Lima investigó durante años no solo por interés profesional sino también personal, porque su suegra y su hija sufren de esta enfermedad. Un elemento destacado es que todo este tipo de preparaciones se entregan en frascos y fuentes de vidrio, "como una forma de incentivar el reciclaje,ya que al devolverlos las personas tienen descuento en su próxima compra".
1.500 pesos cuesta cada crepe, pero hay descuento por pedidos al por mayor.
"Mi idea fue crear un concepto gourmet", afirma Lima.