"Nos hemos ganado el título a la tradición en dulces"

Fernando Monroy, hijo del creador del calugón Pelayo

Si bien hace algunos años vendieron los derechos de su producto estrella, tienen una línea propia de dulces que consta de masticables, calugas, calugones y chupetes.  

Fecha de publicación

2015-06-22

Escrito por


Makarena Zapata R. 


"Mi papá es Pelayo Monroy, creador de las míticas calugas Pelayo y creo que con esa afirmación, resumo gran parte de mi vida porque crecí en el paraíso de cualquier niño al que le gustaran los dulces. Recuerdo que mi papá partió en la década del setenta elaborando calugas de leche en un taller súper chico y que a puro esfuerzo fue haciéndose un nombre. Recuerdo también que no fue fácil, pero que gracias a las buenas ventas se logró diversificar el negocio e incluir otras líneas de masticables en distintos formatos".
Así resume Fernando Monroy, actual gerente comercial de Alimentos Monroy, cómo creció rodeado de olores y sabores que marcaron su infancia y que lo llevaron a continuar el legado de su papá a través de distintas innovaciones y nuevas oportunidades de negocios. Y a pesar de que hace un par de años vendieron la marca Pelayo, como empresa familiar decidieron no bajar los brazos y continuar con esta tradición, de la mano del lanzamiento de una línea propia de chupetes, calugas y masticables.
"Llevo 15 años en este rubro y no podría estar más contento porque mi gran motivación va por lado de crear dulces ricos para que la gente los disfrute como es el último caso de los nuevos masticables marca Monroy. Por todo el tema de la Copa América les pusimos Alexis y vienen con sabores frutales para que además de marcar tendencia en calugas de leche, vayamos probando suerte con otras categorías de productos. Todo, gracias a que nos hemos ganado el título a la tradición en dulces", agrega.
Pero como no todo es color de rosa al interior de cualquier empresa, este empresario cuenta que lo más difícil con lo que le he tocado lidiar es su propia familia. "Aunque suene raro, a veces cuesta diferenciar dónde parte la familia y dónde los negocios porque todo se mezcla súper rápido. Pero a pesar de varios obstáculos hemos sabido mantenernos a flote y continuar con la tradición de ser una de las empresas más reconocidas en dulces a nivel nacional", remata.
-¿Qué es lo que más disfruta de ser el heredero de esta gran tradición en dulces?
-Hay varias cosas, pero por ejemplo y que es como para la risa, cuando era chico todos mis compañeros de colegio querían ser mis amigos porque sabían que mi papá hacía dulces. Hoy me gano la vida con los dulces y esas son anécdotas que uno cuenta de repente sobre un negocio que, espero, puedan continuar las generaciones venideras, ya que como planes pretendemos retomar la exportación que alguna vez realizamos a algunos países de Centroamérica además de India, Perú y Venezuela.
-¿Pretenden hacer de Alimentos Monroy lo mismo que fueron las calugas Pelayo en algún momento?
-Sí. Nuestros dulces son buenos, bonitos y baratos, pero lo mejor es que son hechos con harto, harto cariño y para que la gente pase un buen momento degustandolos. Creemos estar yendo por el buen camino ya que hemos tenido una súper buena recepción sobre todo en los negocios de barrio, en donde sentimos es infaltable el espacio para los niños, los dulces y qué mejor que sean de la marca Monroy.



"Hemos tenido una súper buena recepción sobre todo en los negocios de barrio"
Fernando Monroy


"Hoy me gano la vida con los dulces", afirma Fernando Monroy.

"Hoy me gano la vida con los dulces", afirma Fernando Monroy.

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