De sacrificado agricultor a exitoso emprendedor del mote con huesillos
Cristián Ramírez partió con uno y ahora tiene tres carritos de este brebaje
Hace cuatro años pidió un crédito en una casa comercial y aprovechó su gusto por la cocina para preparar su propia receta de mote con huesillos en su casa de Calera de Tango.
Fecha de publicación
2015-02-16
Escrito por
Makarena Zapata R.
"Emprendí por cansancio. Sí, por cansancio. Dejé el colegio cuando tenía como 15 años y altiro me puse a trabajar porque si no se estudia, se trabaja, como bien decía mi papá. Me tocó vérmelas de frente con la tierra, arando, sembrando y cosechando de sol a sol sin descanso. Los inviernos eran terribles: el barro me llegaba hasta las rodillas y el frío era realmente insoportable. Así estuve como diez años hasta que me topé con la posibilidad de sacar un crédito en una casa comercial. Me lo dieron y ahí partió todo".
Con esas palabras Cristián Ramírez resume cómo pasó de ser un agricultor de Calera de Tango a convertirse en un emprendedor de tomo y lomo, pero el tema de la plata fue sólo el inicio de sus preocupaciones ya que tras haber conseguido el crédito hubo que pensar en qué hacer con él. Y tras darle varias vueltas este futuro microempresario llegó a la conclusión de que compraría un carrito para vender mote con huesillos.
"Siempre me gustó la cocina, los postres y todas esas cosas. En varias ocasiones preparé mote con huesillos y como me quedaba rico, me fui por ahí. Partí hace cuatro años preparando toda la mezcla en la cocina de mi casa y con un puro carro que atendía a un costado de camino a Catemito, en Calera de Tango. Me acuerdo que tenía que empujarlo por 800 metros hasta llegar al lugar elegido y quedaba muerto porque además, llevaba sillas y quitasoles para los clientes. Fue bien sacrificado".
La primera temporada en que Ramírez trabajó en la venta de mote con huesillos aprovechó de perfeccionar su receta y aprender todo sobre permisos sanitarios, patentes y su competencia cercana, que no era poca. Así estuvo por dos años hasta que su negocio le dio para comprar otros dos carritos: uno que instaló en el sector de Lo Herrera, en San Bernardo, y otro en Santa Inés, cerca de su casa en Calera de Tango. "A todos les puse Mote con Huesillos La Unión, que es mi ciudad de origen. Uno lo trabaja mi señora y el otro una prima política desde las 13:00 a las 19:30 horas, que es más menos cuando más se vende mote con huesillos", remata.
-¿Y cuál es el secreto de un buen mote con huesillos?
-Yo creo que es el cariño que uno le pone a la receta y la buena calidad de los ingredientes lo que me ha llevado a tener una clientela súper fiel. De años, incluso. Al principio partí preparando la mezcla en la cocina de la casa, pero cuando crecimos un poquito pude remodelar unas piezas para convertirlas en un espacio dedicado exclusivamente a la preparación del mote con huesillos. Este es un negocio que no para porque cuando termino de trabajar en el carrito me voy a la casa a preparar más mezcla para el día siguiente porque todos los carritos necesitan 40 litros de jugo, 15 kilos de mote y 250 huesillos. Es harta pega.
-¿Y qué pasa cuando se acaba la temporada de este brebaje?
-Ese es uno de los grandes problemas que tengo porque la venta del mote con huesillos es de octubre a marzo y después, así como llegó, se acaba. Con el tiempo he aprendido a organizar las platas y guardar algo para el resto del año pero cuando se acaba la temporada vuelvo a hacer de todo. Trabajo en la construcción, manejo camiones, lo que sea. Una de mis metas, sí, es poder afianzarme un poco más y montar un negocio que sea estable durante el año como un minimarket o almacén. Hasta que llegue ese momento seguiré haciendo lo que más me gusta; servir lo que preparo y que la gente siga parando en mi carrito para conversar conmigo mientras disfruta de un rico mote con huesillos.
"He aprendido a organizar las platas y guardar algo para el resto del año".
Cristián Ramírez
La venta se concentra entre las 13 y las 19.30 horas.
Cristián Ramírez ya piensa en tener un negocio más estable, como un almacén o minimarket.