Esta pareja emprendió gracias a una receta sin censura
El delivery de Violeta Arévalo y Alejandro Cifuentes
Se llama Crudo y sin Censura para aludir a una preparación que explota todos los sabores e ingredientes a su máxima expresión. Su secreto para el éxito es trabajar con posta negra y verduras siempre frescas.
Fecha de publicación
2014-06-09
Escrito por
Makarena Zapata R.
Carne molida, cilantro, cebolla picada fina, jugo de limón natural recién exprimido y distintos sazones como pimienta, aceite de oliva y sal. Esos son los ingredientes más importantes a la hora de preparar un crudo, receta de origen alemán que consiste en crear una pasta de carne cruda cuyo sabor encantó tanto a una pareja de emprendedores, que terminaron por montar un negocio dedicado a la venta de este particular platillo.
Esa, a grandes rasgos, es la historia de emprendimiento de Violeta Arévalo y Alejandro Cifuentes que desde fines del año pasado figuran como el primer negocio tipo delivery que elabora, vende y reparte crudo fresco. "A mi pareja siempre le ha gustado la cocina y es de esos que se preocupa de todos los detalles con tal de que el plato luzca perfecto. Él trabajó durante mucho tiempo en el sector financiero y se desvinculó porque ya estaba medio cansado, quería hacer otra cosa y lo culinario era su opción. Esto coincidió con que su hermano regresó de Valdivia y le contó sobre el crudo y su preparación. Alejandro quedó fascinado".
Así fue cómo en un, dos por tres, esta pareja de emprendedores mejoró la receta, pensó bien las posibilidades del negocio y se puso en campaña para averiguar sobre todos los trámites y patentes para inaugurar Crudo y sin Censura (www.crudos.cl), un negocio que partió de forma súper artesanal en la casa particular de esta pareja y que se estableció definitivamente con un local en la comuna de Las Condes.
"Funcionamos desde fines del año pasado y con delivery sólo en comunas aledañas, pero igual ya hemos atendido a mil clientes. Estamos súper contentos porque más allá de la venta del crudo, que Alejandro perfeccionó a su manera, nosotros quisimos darle un valor agregado a este emprendimiento. Nos preocupamos de buscar packagings entretenidos y sobre todo de contar con toda la tecnología para no romper la cadena de frío que necesita este producto tanto al interior del local como cuando se despacha a domicilio. Eso es lo primordial para degustar un crudo excepcional", remata Arévalo.
-¿De dónde viene el término de Crudo y sin Censura?
-Jajajá. Ese fue un término que Alejandro siempre tuvo en mente y fue porque queríamos hacer algo que marcara la diferencia. El hablar de sin censura nos remitía a explotar y explorar los sabores y los ingredientes a su máxima expresión y de una forma que nunca nadie más se había atrevido a probar. Además, es un término que a la gente le llama la atención y que nos sirve de gancho publicitario. Cabe destacar que el crudo es una preparación que se hace en el momento para mantener su calidad y, por lo mismo, nada se puede dejar de un día para otro.
-¿Y qué hay de los ingredientes?
-Ese es el otro secreto del negocio porque escoger un buen distribuidor de insumos es súper importante. Nosotros sólo trabajamos con una reconocida carnicería que nos vende sólo carne molida de posta negra y sin grasa y un proveedor de verduras que se abastece en la Vega Central. Tenemos cuatro tipos de tamaños de crudo: para una, dos, tres y cuatro personas que traen 200, 400, 600 y 800 gramos de carne, respectivamente. El producto se despacha en papel alusa para mantener la calidad intacta y a todo eso se le añaden las tostadas crujientes, potes de salsa especial, ají y pepinillos para sazonar a gusto del consumidor. Los precios van desde los $5.990 hasta los $21.990.
Ambos quedaron fascinados con la experiencia valdiviana.
Requisito prioritario es tener buenos proveedores.