Rosalía Sandoval hace negocios en el patio de su casa

Ahí tiene su criadero de codornices

Junto a otras seis mujeres, integra una microempresa dedicada a la producción y venta de los huevitos de estas aves.  

Makarena Zapata R. 

Cuando a Rosalía Sandoval le ofrecieron postergar sus labores como dueña de casa para liderar un grupo de mujeres dedicadas al trabajo con huevos de codorniz, su cara se transformó en un completo signo de interrogación. Nunca había escuchado hablar de estas miniaves, ni menos del tipo de cuidados o alimentación que necesitaban para reproducirse.
"Ahí fue donde Indap nos agarró y capacitó sobre todos esos tema. Entendimos cuáles eran las mejores condiciones ambientales para que anidaran y los cuidados a tener. Eso, además de los beneficios que conlleva consumir diariamente este tipo de alimentos", explica en detalle Sandoval desde la localidad de Gualliguaica, Cuarta Región.
Bajo aquel escenario partió "Sabores del Valle del Elqui", microempresa que actualmente tiene siete socias. Todas ellas funcionan con un sistema de turnos para cerciorarse de la alimentación, resguardo y salud de las 330 aves dispuestas en corrales especiales y repartidas en el patio de esta microempresaria.
"Nosotras las compramos en el sur y la verdad es que son bien delicadas porque bajan la puesta de huevos en cuanto sienten una pizca de frío. Ahí está nuestro principal desafío porque por estas fechas bajan harto las temperaturas en la zona, sobre todo durante la noche. En el verano es todo muy distinto porque las codornices ponen dos veces al día. Eso nos da un total aproximado de unos seis mil huevos mensuales", explica Sandoval quien participó con sus productos en la ExpoMundoRural 2013.
-¿Cuáles son los principales beneficios de consumir estos huevitos?
-Al contrario de los de gallina, los huevos de codorniz no tienen grasa ni colesterol. Esas características los hacen perfectos para su uso en ensaladas, platillos gourmet y cócteles. Incluso, como son una excelente fuente de proteínas, pueden ocuparse hasta de colación para los niños.
-¿Cómo les ha ido con la venta de este tipo de productos?
-Ha sido todo un desafío porque hemos tenido que memorizar desde lo más básico hasta lo más complicado. Saber, por ejemplo, que un huevo de gallina equivale a cuatro de codorniz e ingeniárnosla para buscar nuevos mercados. Acá nosotras producimos, envasamos y vendemos en las ferias de la región, a través del Facebook "Sabores del Valle del Elqui" y a clientes fijos que son consumidores frecuentes de estos huevitos.
-¿Qué metas ha podido cumplir con la puesta en marcha de este emprendimiento?
-La verdad es que aún estamos en proceso de reinvertir porque es un proyecto de largo aliento. Hay que posicionar este producto en la mesa de los consumidores y sacarlo del anonimato. Estamos orgullosas porque, pese a que somos dueñas de casa, también hemos tenido la oportunidad de convertirnos en microempresarias.
 

"Ha sido todo un desafío aprender sobre la crianza de las codornices", comenta Sandoval.

Los huevos los comercializan en distintas ferias de la Cuarta Región.