Comercial Carlos Hidalgo le achuntó en pandemia y creó dos nuevos negocios
Además cuenta con página web y redes sociales
El negocio lleva 35 años. Todo comenzó con la venta de paltas a público, luego sumaron a los hoteles, y hoy el paraguas comercial tiene cuatro empresas, cada una con su RUT.
Fecha de publicación
2024-03-04
Escrito por
Alejandro Pardo
Comercial Carlos Hidalgo tiene 35 años de historia en la Vega Central. La creó justamente Carlos Hidalgo, quien ha posicionado a la empresa como un negocio sólido. Hidalgo, que es el gerente general, comenta: "Esta empresa comercializa frutas, verduras, verduras procesadas y congelados, y es atípica", dice Hidalgo, "porque la mayoría de las empresas que hay acá en La Vega son nuevas. Las antiguas han desaparecido. Nosotros debemos ser los más antiguos, los más conocidos y consolidados. Hoy somos la empresa distribuidora de productos agrícolas más grande que hay en La Vega. Ni siquiera tenemos un canal de vendedores externos. Al contrario, llegan los clientes por el boca a boca. Por el prestigio", dice.
Bajo el paraguas de Carlos Hidalgo, hay cuatro líneas de negocio, cada una con su RUT: Comercial Carlos Hidalgo; Directo de la Vega; Comercial CAHI; y Transportes Almendra.
Por un lado, está Comercial Carlos Hidalgo, que con el tiempo abrió un nicho de negocios, que es la provisión de productos para el canal Horeca (abreviación de hoteles, restaurantes y casinos). En paralelo creó Transportes Almendra, y paradójicamente, en la pandemia, fue cuando vio, con sus hijos, Diego, ingeniero, y Belén, psicóloga, otras dos oportunidades de negocio.
"Dos de las empresas nacieron en pandemia: Directo de la Vega, orientado a proveer productos a casas particulares, y Comercial CAHI", agrega. Es llamativa la historia de CAHI. Su hija, Belén, perdió su trabajo en pandemia. Para no quedarse con los brazos cruzados, ingresó, a instancias de su padre, al comercio, desarrollando este negocio. "CAHI es una empresa que entrega productos elaborados a oficinas, cafeterías, restaurantes chiquititos. Proveemos de sándwichs, vasos de frutas, yogur con granola, muffins, desayunos para empresas, platos terminados", resume Carlos Hidalgo.
El segundo empujón que le dio la pandemia lo impulsó a generar un negocio dentro de Comercial Hidalgo. Comenzó a trabajar en la venta a operadores de Junaeb. "Trabajamos con cuatro operadores grandes que abarcan casi el 40% del programa de la Junaeb" dice.
Los horarios
"Acá operamos con unas 58 personas. De los camiones algunos son propios, también externalizamos algunos de ellos. Tenemos 16 camiones, nos van a llegar dos que compramos", informa.
"Yo partí en unas bodegas bien chiquititas de mis padres al interior de la Vega. Tenía veinte años. Partí vendiendo a público. Vendíamos solamente paltas. Apareció un hotel que nos compró, nosotros le llevábamos los insumos todos los días, y eso requería dos personas más, que las traje. Nos fue muy bien. Estuvimos casi un año y medio atendiendo ese hotel, y luego, por recomendaciones de ellos, empezamos a atender a otras empresas hoteleras. Llegamos a tener cuatro hoteles en su minuto, luego sumamos los restaurantes Eladio. Hoy el 70% de nuestros clientes son restaurantes, 25% hoteles y un 5% casinos privados", narra.
Los horarios en mercados como Lo Valledor y La Vega son complicados.
"Claro, en La Vega muchos trabajan prácticamente de noche. A las 11, 12 de la mañana las bodegas ya están cerrando y abren a las nueve de la noche. Ellos trabajan de noche más que de día. Pasas a las diez de la noche por La Vega y está plagado de camiones. En nuestro caso, la bodega abre a las 06.45 y termina, administrativamente, alrededor de las tres de la tarde, a veces incluso a las dos de la tarde, y hasta como las 17, 18 horas terminan los camiones de despachar. Hoy nuestro tipo de negocios requiere un horario más normal. Después de las tres, las tardes las tenemos completamente libres. Y los sábados trabajamos hasta mediodía. Cuando podemos, nos tomamos vacaciones. Claro que hubo años en que no nos tomábamos, porque teníamos que hacer crecer este negocio".
Y detalla: "Mis hijos Diego y Belén me acompañan en esto. Sin el apoyo de ellos sería muy complicado. Es una gran cantidad de volumen de venta diaria. Y yo estoy más abocado al negocio de Junaeb".
Llama la atención que ustedes tienen página web y redes sociales.
"Nuestra página web es muy sencilla, práctica y bonita, es fácil de manejar. No es una página que venda productos. Es más bien informativa: qué hacemos, quiénes somos. No tenemos la necesidad de salir a vender a público. Es una página para que nos conozcan. Cuando aparecen clientes nuevos les decimos que visiten nuestra página. Y les hacemos llegar además un catálogo de bienvenida: en él, les hacemos ver cuáles son las líneas de nuestros negocios, quiénes participan en la empresa, con quién hay que contactarse, los horarios. Es impreso. No es un catálogo de ventas, es uno de bienvenida. Además, tenemos redes sociales: Instagram y Facebook, que las ve una persona. La página web debe tener unos 12 o 15 años y los últimos cuatro o cinco años le hicimos un perfeccionamiento.
70 por ciento de los clientes de Carlos Hidalgo son restaurantes.
"Nosotros debemos ser los más antiguos, los más conocidos y consolidados", destaca Carlos Hidalgo.