El rubro más terapéutico de las ferias libres
Olga Urra y su marido venden almácigos, flores, hierbas y plantas ornamentales
"Cultivar y cuidar plantitas en la casa ayuda a distraerse y relajarse, sobre todo en esta época en que estamos encerrados", dice esta comerciante de la comuna de Cerrillos.
Fecha de publicación
2020-07-06
Escrito por
Ciro Colombara C.
"Yo creo que con mi marido fuimos pioneros en vender almácigos en las ferias libres. Partimos como hace 15 años, diferenciándonos del resto de los comerciantes que ofrecían plantas y flores", dice Olga Urra, quien da más detalles de su historia al decir que llegaron al rubro por necesidad. "Estábamos sin trabajo y unos tíos nos ofrecieron quedarnos con sus puestos de la feria. Ellos vendían, eso sí, artículos de bazar y paquetería, y a mi marido se le ocurrió hacer un cambio y probar con los almácigos. La verdad es que nos sirvió mucho el que tanto sus padres como los míos fueran del sur -de la zona de Chillán y de Temuco, respectivamente- por la familiaridad con el tema de los cultivos".
-¿Ha cambiado mucho el tipo de productos que venden desde ese entonces hasta ahora?
-Más que cambiar, se ha ampliado bastante porque además de los almácigos tenemos plantas ornamentales, flores, distintos tipos de maceteros, insumos que se necesitan para plantar y tierra, como por ejemplo la orgánica, entre otras cosas. El tipo de público que nos compra es bien variado, hay gente que es oriunda del sur y necesita estar en contacto aunque sea con un pedacito de naturaleza, otra a la que le gusta cocinar y tener su huertito con distintas hierbas y apoderados de colegios y jardines infantiles que llegan a nuestro puesto porque a sus niños les pidieron que llevaran almácigos. Trabajamos en la comuna de Cerrillos y en la feria Sub Centro, en el metro Escuela Militar, pero desde que modificaron la entrega de salvoconductos no podemos acceder a permisos para trabajar en Las Condes. En Cerrillos es distinto porque el alcalde ha apoyado harto a los feriantes y basta mostrar la patente de la feria y el carnet para poder circular.
Olga Urra agrega que le ha llamado la atención el que últimamente se hayan sumado jóvenes a su clientela. "Hace un tiempo me di cuenta que los lolos entre 17 y 27 años estaban muy entusiasmados con las plantas, tanto hombres como mujeres. Y estos últimos meses, con la pandemia, jóvenes entre los 13 y los 17 años también han empezado a interesarse en las plantas como una forma de pasar el tiempo en sus casas".
-¿La demanda ha subido entonces en estos meses de emergencia sanitaria?
-Ha aumentado harto, más en el caso de lo almácigos que de las plantas ornamentales. Lo mismo pasa con todo tipo de hierbas, su venta ha crecido como en un 80%. ¿Y cuál es el motivo? Yo diría que el tema de las plantitas es terapéutico, ayuda a la gente a relajarse, a distraerse y también a desconectarse un rato de todo lo que está pasando. Para quienes están recién partiendo en esto y no se atreven a plantar yo tengo unos huertitos que hago en cajones de madera y en los que pongo las hierbas y plantas que ellos me pidan.
-¿Y qué tipo de hierbas busca la gente?
-Algunas para cocinar y otras que tienen propiedades medicinales, como por ejemplo la artemisa que sirve para los dolores musculares y que además es buena para relajarse y ayuda al sueño. También la melisa, el poleo y la menta. En el fondo, todo lo que sea muy aromático y que sirva para hacer infusiones.
Olga Urra dice que más allá de las buenas ventas no le ha sido fácil trabajar, principalmente por los contratiempos para abastecerse. "Cuesta encontrar maceteros y plantas porque los invernaderos no están funcionando de manera regular. La atención es bien restringida, uno llama por teléfono y le dan una hora. En sus instalaciones atienden solamente a una persona por vez".
Olga y su marido Héctor partieron hace casi 15 años vendiendo almácigos.
La demanda de estos productos ha crecido mucho desde marzo a la fecha.