Heredera de una larga tradición en las ferias

Isabel Cabrera es la tercera generación de su familia dedicada al rubro

Esta comerciante vocea sus productos de la misma forma en que se hacía en el pasado, algo que le valió un premio en un concurso realizado en su comuna.  

Ciro Colombara C. 

Isabel Cabrera lleva a las ferias libres en la sangre. Heredera de una tradición en el mundo del comercio que comenzó su abuelo, hace siete años se instaló en su propio puesto que hoy luce lleno de colores gracias a las verduras y ensaladas preparadas que ofrece a los vecinos de Peñalolén. "Ahora, mi experiencia es mucho mayor porque yo venía a las ferias a acompañar a mi papá así que conozco bien cómo funcionan las cosas. Cuando partí, lo hice vendiendo plantas pero al tiempo cambié de rubro porque no dejaban suficiente dinero. Obviamente, las personas privilegian comprar alimentos antes que una planta, no era algo de primera necesidad".
Orgullosa del trabajo que realiza, Isabel dice que las ferias libres tienen una serie de características que hacen que las gente las prefiera por sobre otro tipo de comercio. "Por un lado está la calidad de los productos, nosotros vendemos frutas y verduras frescas toda la semana, y los precios que son bien convenientes. Junto con eso, destaca la relación personal que se genera entre comerciante y cliente. Se podría decir que las ferias son una tradición en el país".
Isabel Cabrera sabe de tradiciones. Hace un poco más de un mes fue elegida dentro de la comuna como la ganadora del primer concurso de voceo, bautizado como "Lléveme Caserita". "Todo eso se hizo como parte de una actividad llamada "Mejores Ferias para Santiago", relacionado con el tema de los fondos de modernización de nuestro rubro. Fuimos varios los comerciantes que nos presentamos y el jurado me eligió a mí".
-¿Y cómo era la frase que usó para vocear sus productos?
-"Casera, va a llevar ajito, ajito para el marido, para que no se quede dormido". Podríamos decir que tomé como referencia un voceo que es bien antiguo y tradicional en las ferias, que yo modifiqué un poco para que no sonara tan fuerte porque el original dice "lleve ajo para el carajo". Creo que el jurado valoró la picardía de la frase y también el que la haya cambiado un poco para que no fuera irrespetuosa.
-¿El voceo es algo que sigue bien vigente o se ha ido perdiendo con los años?
-Yo diría que es uno de los sellos de las ferias, no creo que se haya ido perdiendo. Es algo que se mantiene y que le gusta mucho a la gente.
-Una última cosa. ¿Cree que sus hijos van a continuar con la tradición familiar de las ferias libres?
-Yo tengo dos hijos. A la mayor, de 20 años, no le gusta el rubro. Mi hijo chico, de 13 años, me ve trabajar y a veces ayuda, aunque la verdad es que no le gusta mucho venir a la feria. En todo caso, a esa edad, a los niños no les gusta nada. No sabría decirle si más adelante va a querer trabajar aquí, el tiempo lo dirá.

"Yo trabajo feliz en este rubro. Para mí, las ferias son como mi segundo hogar"

"Lleve ajito para el marido, para que no se quede dormido". Así ofrece Isabel uno de sus productos estrella.