Universitarios comen sanito gracias a feriantes
Miniferia dentro de la Usach les abre nuevas posibilidades de alimentación
Uno de los puestos es el de Jorge Leyton y Olga Gómez, donde ofrecen ensaladas de frutas con yogur y jugos naturales, entre otras cosas.
Fecha de publicación
2015-11-09
Escrito por
Ciro Colombara C.
A los estudiantes de la Universidad de Santiago, los recreos no solo les ayudan a refrescar las neuronas luego de sus sesudas clases sino que también les sirven para reponer energías con productos ricos y a la vez saludables. Es que solo a un par de metros de las salas de clases tienen una miniferia que les da una mano en sus desayunos y almuerzos.
"Hace cuatros años partió esta iniciativa de instalar algunos puestos de feria en la universidad, con ciertos altos y bajos ya que durante un tiempo estuvo parada y luego se reactivó pero solo en los meses de verano. Este año avanzamos bastante porque ha sido un proyecto continuo, estamos trabajando desde abril aquí. Somos tres comerciantes, uno dedicado a los frutos del país, otro a vender frutas en trozos y nosotros", comenta Jorge Leyton.
Su señora, Olga Gómez, explica que se especializan en la venta de jugos naturales; de vasos plásticos de medio litro que llevan fruta trozada, cereales y también yogur; panqueques; ensaladas y postres de leche. "Nos preocupamos de que los precios sean convenientes porque sabemos que los estudiantes en general no cuentan con mucho dinero. La fruta cuesta $500, por ejemplo, y la ensalada, que es hipocalórica, vale $1.000. Esas llevan lechuga, choclo, arvejitas, huevo duro, atún y a veces pollo cocido".
La llamada Feria Libre de Alimentación Saludable, idea que generó la escuela de Ingeniería de agronegocios de la Usach y que se enmarca en su programa de Responsabilidad Social Universitaria, funciona de lunes a jueves entres las nueve de la mañana y las 19 horas. Tomando en cuenta el gran tamaño del campus de dicha casa de estudios, los puestos se ubican en distintos lugares cada día. Tal como detalla Jorge Leyton, "Los lunes estamos en un sector cercano al Planetario y los martes cerca de la escuela de arquitectura. Los miércoles en el sector central de la universidad, en el patio Los Naranjos, y el jueves en una zona cercana a la rectoría".
-¿Y qué tal es la demanda por sus productos?
-Muy buena. Cuando partimos, la verdad es que no pensábamos que íbamos a vender tanto. De hecho, los primeros días trajimos solo un par de fuentes con fruta picada y ya a la hora se había acabado todo. Poco a poco le fuimos tomando la mano a la demanda y ahora nos manejamos bastante bien, traemos más o menos unos 50 kilos de mercadería. En el caso de los vasos con fruta, diariamente se venden unos 300.
Jorge y Olga cuentan que los jóvenes agradecen mucho el tener una alternativa distinta a la comida que se ofrece en los quioscos y casinos universitarios. "Nosotros tenemos un Fan Page, que se llama Donde la Tía de la Feria, donde nos llegan hartos comentarios y agradecimientos. Creo que esta iniciativa ha sido recibida muy bien aquí. A la vez, es un buen nicho de negocio, yo creo que cualquier marca o local de comida estaría feliz dentro de una universidad".
"Nos preocupamos de tener precios convenientes para los estudiantes", dice este matrimonio.