Feriantes de Macul crearán su propia sociedad anónima

Nuevo modelo de negocios debiera implementarse entre este año y el próximo

Proyecto piloto que llevan a cabo junto al municipio, convertirá a los comerciantes de la feria libre "Las Codornices" en sus accionistas.  

Ciro Colombara C. 

Si hablamos del desarrollo y la proyección de las ferias libres, hay que poner mucho ojo en lo que está pasando en Macul ya que ahí se llevan a cabo varias iniciativas que podrían llegar a marcar la pauta del futuro de este importante sector. Nueve son las ferias que funcionan en dicha comunas, cuatro de las cuales son autoadministradas, lo que significa que están a cargo del único sindicato que existe ahí (Sitrafeli). Según detalla su presidente, Pablo Navarrete, "nosotros nos encargamos de temas como la limpieza ya que tenemos contratada a una empresa que recoge la basura y después lava. También nos preocupamos de la seguridad, a través de un grupo de guardias y hemos montado baños públicos para entregar un mejor servicio".
El dirigente agrega que ese no es el único modelo que tienen en práctica ya que también dos ferias que son concesionadas: Juan Pinto Durán y Nuestra Señora del Carmen. "Se trata de una concesión entregada por el municipio y que dura 30 años, de los cuales ya llevamos entre ocho y nueve. ¿Cómo opera esto? El sindicato es quien administra, la municipalidad solamente fiscaliza. En cuanto a los comerciantes, ellos tienen que pagar un arriendo semestral".
-¿Qué beneficios tiene funcionar bajo este tipo de modelo?
-Son varios. Uno de los más importantes es que nos entrega mayor estabilidad laboral. En la mayoría de las ferias libres cada alcalde puede determinar su cantidad de puestos, decidir cambiar su ubicación e incluso eliminarlas. En el caso de las concesionadas, si el municipio quiere cerrarlas antes de terminar la concesión debe indemnizar a los feriantes por romper ese acuerdo. Otra cosa es que como locatarios podemos vender nuestros puestos, funcionan como un bien raíz. ¿Cuánto pueden costar? El de un persa está alrededor de los tres millones de pesos y uno de frutas y verduras, por ejemplo, arriba de los cinco millones. Al administrar nosotros mismos las ferias, además, no existen coleros y podemos ver una mejora en su infraestructura. Por ejemplo, nosotros contamos con electricidad, hay espacios techados para proteger a los clientes de la lluvia y baños públicos, entre otras cosas.
Junto con todo lo anterior, Pablo Navarrete cuenta que están avanzando en un proyecto que genera un nuevo tipo de estructura: la feria empresa. "Estamos hablando específicamente de la feria Las Codornices, donde el proyecto es generar una sociedad anónima en que cada uno de los locatarios se convertirá en un accionista. Obviamente, acá se establecerá un directorio que la maneje y busque negocios aparte del central de la feria, con el objetivo de beneficiar a sus miembros-socios. A lo mejor este año o el próximo podría empezar a funcionar bajo dicho esquema, algo bien innovador".
El trabajo que han llevado a cabo los feriantes ha sido codo a codo con las autoridades de la comuna. Tal como destaca su alcalde, Sergio Puyol, "yo recibí las ferias tradicionales, esas que se instalan en la calle, y hemos ido avanzando a estos nuevos modelos de negocio, que tienen una serie de ventajas para la clientela pero también para los comerciantes. Con la estructura de feria-empresa que estamos desarrollando ellos van a tener carácter de microempresarios, algo que les va a permitir acceder a fondos dedicados a este segmento, como los que por ejemplo entrega Corfo. Nos interesa potenciar a las ferias libres, que desde la Colonia a la fecha han jugado un papel de gran importancia para la ciudadanía".

"Esta iniciativa nos permitirá acceder a nuevos fondos", explica Navarrete.