El local 24/7 que se ganó el cariño en Lo Valledor
En el "Pin Uno" atienden las 24 horas del día
Entre los platos que concentran la mayor demanda está el menú vegetariano. "Es que aquí trabaja harta gente que sufre de diabetes o de hipertensión", dice Ruth Monge.
Fecha de publicación
2013-07-22
Escrito por
Ciro Colombara C.
En el restaurante "Pin Uno" el fuego siempre está prendido y hay algo cocinándose, ya sea durante la mañana, en plena tarde como también en la noche y la madrugada. Es que una de las principales características del local, que funciona hace 16 años dentro de la Central de Abastecimiento Lo Valledor, es que atiende las 24 horas del día. "Hacemos tres turnos de ocho horas porque acá el movimiento no para. Si bien es algo sacrificado, ya que trato de estar gran parte de la jornada atenta a lo que necesiten los clientes, es un trabajo que me gusta. Alguien me dijo una vez que el que llega a Lo Valledor no se va más. Y así ha sido para mí", cuenta Ruth Monge, su dueña.
-¿Qué lo hace un lugar tan acogedor?
-Tiene que ver con el ambiente, es muy agradable. Desde afuera puede parecer que quienes trabajan acá son rudos en el trato, pero es todo lo contrario. La gente es muy amorosa y también te brinda mucho apoyo. Se trata, además, de un buen lugar donde hacer dinero, siempre hay clientela. A eso se suma la tranquilidad que brinda estar en un sitio cerrado donde hay harta seguridad.
-¿Y cuál es la historia del nombre de su restaurante?
-Es un nombre que se arrastra desde 1987, cuando partí en el rubro en el balneario de Cartagena. Arrendé un restaurante que llevaba un tiempo funcionando y su dueño me dijo que no le cambiara nombre porque pensaba que con él me iba a ir bien. Cuando decidí venirme a Lo Valledor siempre tuve claro que lo iba a mantener. Partí con el "Pin Uno" en la calle cuatro de este recinto y luego de un tiempo me trasladé a la ubicación en la que estoy ahora. En cierto sentido, es como una cábala.
Cazuela, carne al jugo y lentejas son algunas de las preparaciones clásicas del menú que ofrecen a su clientela. "También nos piden harto los platos vegetarianos porque una buena cantidad de gente que trabaja acá tiene problemas de hipertensión o diabetes. En mi carta hay como diez alternativas de colaciones, eso sin contar los extras", detalla Monge.
-¿Y cómo andan sus precios?
-Son baratos, por $2.500 es posible comer una ensalada, plato de fondo, postre y pan. Con ese dinero quedan listos para ir a dormir la siesta. Aquí tenemos una garantía grande y es que podemos abastecernos de todos los ingredientes que necesitamos para preparar las recetas caminando un poco. Nada de gastos en flete ni en bencina, lo que es bueno para nosotros, ya que se ahorra un buen dinero en ese ítem. Ahora, también es beneficioso para la clientela porque podemos ofrecerles mejores precios.
Cazuela, carne al jugo y lentejas salen desde esta cocina y de este equipo.
Ruth Monge llegó a Lo Valledor y no se fue nunca más.