El sorpresivo boom de los imanes choris en el hogar

Uno puede mandar a imantar casi lo que se le ocurra

El dispositivo con polos está presente incluso como terapia alternativa. Si hasta existe La casa del imán.  

Fecha de publicación

2013-11-29

Escrito por


Javier de la Rivera 


Hace 36 años, Carlos Stipicic dio vida a Polimin, empresa que desarrolla imanes para la industria. "En esa época fue una maniobra arriesgada, ya que se sabía poco y nada sobre magnetismo. Pero el tiempo me dio la razón", reflexiona, apuntando con orgullo hacia cientos de imanes desplegados en una vitrina que parece interminable.
El exitoso negocio y la necesidad de personas que acudían a él buscando "detallitos" para el hogar hizo que en 1998 abriera un local en Providencia y que hoy es el polo de atracción de aprendices curiosos y expertos fanáticos del magnetismo. Este lugar no podía llevar otro nombre que La casa del imán (www.lacasadeliman.cl), que se convirtió en la chochería de este ingeniero químico.
Allí se puede encontrar desde láminas e imanes de todos los tamaños y fuerzas hasta artículos más elaborados para usos domésticos, ya sea adornos, pulseras o linternas magnéticas. A esto se suman dispositivos imantados para ser usados con fines terapéuticos a través del biomagnetismo, una disciplina que ha sumado adeptos en el último tiempo.
Es que para don Carlos la variedad es la clave del éxito y es lo que le permite ser optimista: "La gente al tener mayor poder adquisitivo compra para su casa artefactos más sofisticados que requieren de imanes. Si le sumamos a esto el gusto por innovar con adornitos para la casa y el tema de las medicinas alternativas, se puede decir que nuestro mercado pasa por un buen momento", comenta.
¿Un datito? Las pulseras con imanes (que para los conocedores en la materia disminuyen dolores musculares y entregan sensación de vitalidad) cuestan entre $5 mil y $10 mil, mientras que las linternas magnéticas están entre los $4 mil y $6 mil.
Imanes onda retro

Humberto Miranda y Vanessa Cataldo son una pareja fanática de las fuerzas magnéticas, tanto que hace un año decidieron lanzarse con "Imanízate" (Twitter: @Imanizate), una pyme que se mueve en las redes sociales con todo tipo de productos imantados para decoración, matrimonios, publicidad y tarjetas de presentación. Sus dueños calculan que a la fecha han vendido mil imanes.
La especialidad de la casa son los diseños onda retro para los nostálgicos (Mario Bros, Megaman o Pacman), aunque el cliente puede enviar la imagen que quiera y ellos la convierten. "Nuestro principal pedido es para adornar refrigeradores, pero como la gente más joven está abierta a probar cosas nuevas, también quieren para poner en lavadoras, secadoras o el calefón", detalla Humberto Miranda.
Además, en su propia casa los imanes son protagonistas. Por ejemplo, enchularon el refrigerador con unos 100 adornos magnéticos.
¿Y los precios? Estos varían según la cantidad de productos que se compren. Si son más de cinco, el precio final disminuye. Por ejemplo, los cinco imanes tamaño 6 x 6 cms valen $5 mil, pero si se compran 100, el precio es de $40 mil. O una foto tamaño 10 x 13 cms cuesta $2 mil, y $17 mil si son veinte.




 
Cómo los imanes invadieron las casas
Carlos Stipicic destaca que una de las claves para el comercio de cuerpos magnéticos es tener claro que sus usos son infinitos. "Los imanes han ido invadiendo nuestra vida cotidiana. Hoy son indispensables para el funcionamiento de muchos aparatos que todos tenemos en nuestros hogares", reflexiona.
¿Algunos ejemplos domésticos con presencia de imanes? Están en el borde de los refrigeradores y microondas (para facilitar su cierre), timbres, parlantes, ascensores, motores de auto, piezas de juegos de mesa (como el ajedrez y ludo). Y claro, también pueden ser parte de un lindo adorno. Carlos Stipicic en la puerta de La Casa del Imán.

Carlos Stipicic en la puerta de La Casa del Imán.

Buscar Productos o Servicios

Revista Mercado Mayorista

Últimos Artículos