El brindis más patriota es con pipeño
En los últimos años, este producto ha ido desbancando a la chicha
La empresa familiar San Martín de Portezuelo se prepara para abastecer con más de 60 mil litros a fondas y ramadas.
Fecha de publicación
2013-09-02
Escrito por
Ciro Colombara C.
En los últimos años, a la chicha literalmente se le ha movido el piso. Es que podríamos decir que es uno de los grandes afectados con el terremoto, refrescante trago que desde hace un tiempo a la fecha ha conquistado a una gran cantidad de hombres y mujeres. Bien lo sabe Juan Andrés San Martín, gerente comercial de Pipeños y Chicha San Martín de Portezuelo, empresa familiar con larga tradición en estos populares licores.
"Más o menos hace unos cinco o seis años comenzó la masificación del terremoto, que tiene como uno de sus principales ingredientes precisamente al pipeño. Y ya desde el 2010 que se convirtió en un verdadero boom. Nosotros abastecemos a negocios como fondas y ramadas y debemos comercializar alrededor de 60 mil litros de pipeño y unos 20 mil no más de chicha, ésta ha ido a la baja durante el último tiempo".
Juan Andrés cuenta que fue su abuelo quien dio los primeros pasos en el rubro. "Eso sí, él hacía este tipo de vino para el consumo personal allá en Portezuelo. Fue algo que heredó luego mi padre, se empezaron a plantar algunas viñas y así comenzó a armarse este emprendimiento familiar".
-A propósito de Portezuelo, ¿qué elementos destacan al pipeño de esta zona de la Octava Región y lo distinguen de la competencia que viene de otras partes del país?
-Es la zona tradicional donde se elabora. Su suelo y clima tienen algunas particularidades que le dan un cierto sello especial. Allá son puras lomas que reciben el sol durante todo el día, por lo que en la noche la tierra tira el hervor y los racimos -que están casi a nivel del piso- no alcanzan a tomar heladas. El resultado es una uva bien dulce. A la vez, otro elemento que lo destaca es su graduación alcohólica de unos 14º. Más al norte se dan otros pipeños pero con menos grados.
Su padre, Juan San Martín, comenta que, en el caso de su empresa, una de las cosas que los distingue es que tratan de mantener el proceso de elaboración lo más parecido al del pasado. "Obviamente que hay que incorporar algún tipo de tecnología pero tratamos que sea para lo justo y necesario. Es resto del trabajo se realiza de manera artesanal".
-Sus productos los comercializan bajo una marca específica o más bien su foco de negocios está puesto en la venta a granel?
-No embotellamos bajo alguna marca sino que nos concentramos principalmente en la venta a granel. ¿Quiénes son nuestros principales clientes? Fondas, ramadas y fiestas de la chilenidad que ya son clásicas en Santiago como por ejemplo las del Parque O'Higgins, el Estadio Nacional y el Parque Intercomunal. Hay también un reparto, aunque es mucho menor, a algunos restaurantes.
Padre e hijo agregan que si bien el fuerte del negocio está en septiembre, hay que hacer un duro trabajo desde la vendimia, en marzo, para poder responder a toda la demanda. "No podemos dejar a ningún cliente sin pipeño ni chicha. Por eso hay que sacar bien los cálculos y ver las cantidades que vamos a necesitar. Afortunadamente, cada vez vamos creciendo más. Año a año nos aumentan la demanda como en diez mil litros".
10
mil litros.
En esa cantidad crecen año a año los pedidos que llegan a esta empresa.
Hace tres años que el Terremoto se ha convertido en el trago más demandado.
XIMENA ROZAS