Adornos comestibles le dan un toque especial a la Navidad

Un sabroso ejemplo son monos de nieve elaborados con merengue

En La Ermita lanzaron también este año un kit especial para armar casitas navideñas de galleta de jengibre. Otra alternativa, con gran demanda, es un árbol elaborado con hojarascas rellenas de manjar.  

Ofrecer repostería tradicional chilena, sin dejar de innovar. Esa es la apuesta de la pastelería y heladería La Ermita que por estos días concentra su demanda en sus productos navideños.
"Todas las galletas de jengibre tienen mucha salida. A mediados de noviembre, los clientes nos preguntan por ellas y también por el pan de pascua, premiado con el primer lugar en los años 2022 y 2024 por la revista Wikén, y que hacemos desde 2015", cuenta Felipe Valdivia, uno de los socios que se dedica tiempo completo al negocio.
Otro clásico es el árbol elaborado con hojarascas rellenas de manjar. Con el tiempo han ido sumando nuevas alternativas. "Por ejemplo, desde 2022 comenzamos con las casitas de Navidad, de masa de galleta jengibre, pero este año añadimos un kit para armarla con los niños. Próximamente, lanzaremos una caja con 16 monos de nieve, elaborados con merengue", detalla Valdivia.
"Por lo general, cada vez nos hemos ido diversificando más en los gustos, pero los chilenos somos más bien tradicionales. Nos arriesgamos más en los sabores de los helados, sin embargo, en el caso de las tortas nos cuesta un poco. Es un desafío para nosotros, porque buscamos replantearnos la repostería nacional", cuenta.
La chef del negocio, Alejandra Hurtado, precisa que "antes, la gente en Navidad solo consumía pan de pascua. Hoy las galletas tienen un espacio importante y en las redes sociales hay muchas pymes que hacen casitas".
El negocio actualmente tiene una tienda física en la calle Luis Pasteur, otra en La Dehesa -que comenzó a funcionar en julio de 2024- y un taller de producción en la calle Ayacucho. Junto con abastecer a banqueteras, durante las vacaciones de invierno, verano y fin de semanas largos, proveen a supermercados locales en Algarrobo, a dos en Santo Domingo, Maitencillo y Cachagua.
Felipe, ¿qué caracteriza a su pan de pascua?
"La primera vez que lo hicimos fue en 2015. Es húmedo, pero no mojado, dulce, sin ser empalagoso. Las especias, frutos secos, ciruelas y licores, conjugan bien, debido a que resaltan en forma equilibrada los sabores. Usamos azúcar, pero también miel. Es esencial utilizar buena materia prima, ocupamos mantequilla, no usamos margarina ni aceites hidrogenados. Además, es relevante el proceso de elaboración para conservar las cualidades. Por tal motivo, lo embolsamos recién horneado, dejándolo reposar entre dos y cuatro días antes de venderlo para que los sabores se equilibren. Nuestra receta ha evolucionado en el tiempo. Pesa 800 gramos y tiene un valor de $14.900".
Alejandra Hurtado, añade: "Nuestro pan de pascua es muy artesanal. Lo producimos en el local de Luis Pasteur y, por ejemplo, picamos las ciruelas a mano y añadimos trozos enteros de almendras", detalla Hurtado.
¿Lanzaron algunos productos nuevos este año?
"Sí, el kit para armar la casa de galleta de jengibre de Navidad, a $15.000. Tiene un QR con las instrucciones (contempla la masa, con el glaseado para decorarla y los caramelos). De todas formas, vendemos la casita lista a $28.990. La primera producción fue de 100 unidades y resultó un éxito. Además, creamos una gift card, desde $5.000. La gracia es que se compra una galleta comestible bonita para regalar, que además tiene un código numérico que la persona debe llevar a la tienda. Hay que pensar que estamos en la calle Luis Pasteur, en Vitacura, que es muy gastronómica, y tenemos el desafío de diferenciarnos, es parte de nuestra estrategia".
¿Cómo comenzó La Ermita?
"En enero de 2014, mi hermano Juan Pablo era dueño de dos restaurantes, un bar y le faltaba una pastelería. A partir de febrero de ese año, pese a que él le daba miedo que abandonara mi trabajo en el área de seguros, me enfoqué 100% en el proyecto, abriendo la primera tienda el 24 de diciembre de 2014. Por cosas del destino, tuvimos que inaugurarla en esa fecha. Vendimos todo ese día, no teníamos mucha producción, pero sí pasteles, tortas y nuestros helados. Actualmente, La Ermita es un proyecto que me lo tomo como un hijo, que implica muchas renuncias que hoy me las replantaría, pero no me arrepiento".
¿Qué proyectos tienen para 2025?
"Somos una pastelería dedicada a la familia. Arrendamos el local que está al lado de la pastelería que tenemos en Luis Pasteur, porque la idea es abrir un café de La Ermita, durante el verano. En esta calle, hay una propuesta gastronómica muy buena, obligándonos a ser creativos. La idea es que una familia pueda quedarse harto rato con sus niños, al igual que una persona que requiere venir para trabajar con su computador. Añadiremos productos salados, como sándwiches".
 

Año a año, este tipo de adornos va ganando mayor demanda.

"En el año 2022 comenzamos a ofrecer las casitas de Navidad", dice Felipe Valdivia.