Marisol Araos le saca partido a un negocio muy dulce

Hace cuatro años elabora manjar de leche de cabra

Por su esfuerzo y pasión por el trabajo fue reconocida hace un tiempo como una de las mejores emprendedoras rurales del país.  

M.M. 

Ocho años han pasado desde que Marisol Araos dejó Santiago para instalarse con su marido y sus dos hijas en la localidad de Rinconada de Silva, en la comuna de Putaendo, región de Valparaíso. Ella era dueña de casa y él trabajaba en una zapatería hasta que quedó cesante. Buscaban nuevas oportunidades y se integraron de inmediato al trabajo rural, primero como productores de forraje y luego de leche de cabra, a través de la empresa familiar Lácteos Caprigo. A este último rubro derivaron por cosas del destino. Su hija más pequeña sufría de intolerancia a la lactosa y Marisol se enteró de que la leche de cabra era muy parecida a la materna y una buena alternativa para enfrentar dicho trastorno. Por esa razón decidió comprar un par de estos animales y aprender a ordeñarlos. A poco andar se dio cuenta de la potencialidad productiva que tenía la actividad, por el fácil manejo y nobleza del ganado caprino.
Fue así como, con esfuerzo y perseverancia, Marisol echó a andar su emprendimiento y comenzó a producir con gran éxito quesos gourmet. Sin embargo, el producto con el que ha logrado más reconocimiento es el manjar de leche de cabra, 100% natural, sin preservantes ni aditivos, que está a la venta en la Red de Tiendas Mundo Rural.
"Trabajo con alrededor de 65 cabras, la mayoría de raza Saanen", cuenta la productora, que ha desarrollado su negocio con apoyo del Instituto de Desarrollo Agropecuario. Un aspecto importante de su emprendimiento es el manejo que le da a su ganado, "al que trato con respeto, en un ambiente tranquilo y sin estrés, alimentándolo con alfalfa y agua pura, lo que redunda en un producto distinto. Mis cabritas son todo para mí, no sé qué haría sin ellas. Son amorosas, nobles y cada una tiene su personalidad. Me preocupo de que tengan buena alimentación y un dormitorio fresco para que sean felices y produzcan la mejor leche", dice.
Con el manjar partió hace aproximadamente cuatro años: "Busqué asesoría técnica, aprendí la elaboración del producto y se convirtió en todo un éxito. Me lo piden de todas partes, principalmente en invierno".
El anhelo que tiene hoy es encontrar mercados permanentes, dentro o fuera del país, que le permitan dedicarse exclusivamente a la producción de su innovador manjar, su gran caballito de batalla: "Me gustaría participar en ruedas de negocios o una gira al extranjero para mostrar la calidad de mi manjar. Ya sé producir, ahora necesito apoyo profesional para la comercialización", afirma con seguridad Marisol, quien en 2014 fue premiada por BancoEstado como una de las mejores emprendedoras rurales del país y además cuenta con certificación de buenas prácticas en sus procesos.

"Mis cabritas son amorosas y nobles. Cada una tiene su personalidad", Marisol Araos.

Mis cabritas son amorosas y nobles. Cada una tiene su personalidad. Marisol Araos